Los dientes pueden ser afectados por una variedad de factores externos que dañarán su estructura y la salud bucal; debemos cuidarlos, pues así, nos acompañarán toda la vida.
Algunos de estos factores como la alimentación poco saludable, son obvios. Consumir alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar y ácidos puede contribuir a la formación de caries dental. Los alimentos pegajosos y los carbohidratos refinados también pueden quedarse en los dientes y alimentar las bacterias que causan caries.
Otra de las obviedades que siempre mencionamos en nuestros artículos es la de la higiene dental inadecuada. No cepillarse los dientes regularmente, no usar hilo dental y no realizar enjuagues bucales adecuados pueden permitir que la placa bacteriana se acumule en las piezas dentales, lo que terminará derivando en la caries y en enfermedades de las encías. En algunos casos, la presencia de bacterias en la boca producirá ácidos que contribuirán a la formación de caries dental y a la enfermedad de las encías. Mantener una buena higiene oral y visitar regularmente al dentista puede ayudar a controlar esta población bacteriana.
Conocidos son el consumo de productos como el tabaco o el alcohol y la influencia en la salud bucal. Fumar o masticar tabaco puede tener efectos dañinos en los dientes y las encías. El tabaco consigue manchar los dientes, causar mal aliento, aumentar el riesgo de enfermedades de las encías y contribuir a la pérdida de dientes. Por su parte el consumo excesivo de alcohol puede causar deshidratación, lo que conlleva a la reducción de la producción de saliva. La saliva es importante para eliminar los residuos de alimentos y neutralizar los ácidos que causan la caries. Además, las bebidas alcohólicas azucaradas pueden aumentar el riesgo de caries.
Factores menos obvios
Los traumatismos en los dientes, como caídas o golpes, pueden provocar fracturas, astillamientos o pérdida de dientes. Es importante proteger la dentadura durante la práctica de deportes de contacto y usar dispositivos de protección bucal cuando sea necesario.
Otro factor de peligro es la exposición a ácidos. Los ácidos presentes en bebidas como los refrescos carbonatados, jugos cítricos y vinos ayudan a erosionar el esmalte dental con el tiempo, lo que debilita los dientes y aumenta el riesgo de caries y sensibilidad dental.
Están muy de moda los refrescos y bebidas energéticas, son realmente nefastas para la salud bucal ya que poseen altas cantidades de azúcar, hacen que se adelgace el esmalte poco a poco hasta causar la caries.
Además…
Utilizar los dientes como elementos para abrir cosas, morder objetos duros, son riesgos que se corren y que podrían producir fracturas en la dentadura.
Estos son solo algunos de los factores externos que pueden dañar los dientes. Es importante mantener una buena higiene oral, evitar comportamientos perjudiciales y buscar atención dental regular para mantener la salud bucal a largo plazo.