El miedo al dentista es más frecuente de lo que se cree. Muchas personas no acuden a la clínica dental hasta último momento, cuando ya no soportan el dolor, justamente porque el temor a sentarse en el sillón les impide cuidar su boca con la regularidad necesaria.

Cada persona tiene sus propios motivos, pero en términos generales, el miedo suele asociarse a experiencias previas negativas. Ya sea por miedo al dolor, porque los olores de la consulta le recuerdan situaciones críticas, o cualquier otro motivo, lo cierto es que vencer ese temor no es fácil, por ello, vamos a darles algunos consejos que ayuden a enfrentarse a la aprensión que pueda provocarles el ir al dentista.

Estás en buenas manos

Antes que nada, debes saber que los odontólogos en su formación aprenden técnicas para ayudar a los pacientes con miedo.

Conocer las instalaciones previamente y no llegar demasiado pronto a la cita asignada son algunos trucos a tener en cuenta.

Las inspiraciones lentas y profundas ayudan a estabilizar tu ritmo cardíaco, de esa manera tus músculos estarán menos tensos, prueba a realizar unas cuantas respiraciones de este modo antes de entrar a la consulta.

Fíjate en nuestra clínica, los olores están neutralizados y el ambiente es agradable y confortable. Pon atención a la música de relax que suena de fondo. Puedes traer tu propia música y ponerte cascos mientras te atendemos.

No descartes la sedación, en caso que no seas capaz de controlarlo, consúltanos acerca de las posibilidades de usar métodos de sedación.

La paciencia es nuestra virtud

Está claro que lo ideal sería que en la primera visita no realices un tratamiento complejo, comienza por una revisión en la que podremos presentarte un plan de tratamiento.
Y por supuesto, háblanos de tu miedo al llegar a la consulta.
Hablar con el dentista y establecer un vínculo de confianza es importante.

Estamos para ayudarte

Consúltanos cualquier duda y ven a vivir tu #ExperienciaSonrisaSana a nuestra clínica.