Abran paso que llegan los dientes permanentes

Abran paso que llegan los dientes permanentes

La odontología ha ido cambiando y en su evolución ha mostrado cada vez más interés en ser poco intervencionista. Lo consigue gracias a aplicar medidas preventivas, tratando de llegar antes de tener que solucionar un problema de salud. Es el motivo por el que ponemos gran énfasis en los cuidados y atenciones con nuestros pacientes más pequeños.  

Hoy les contaremos porque el Ratón Pérez es un amigo de nuestra clínica.

 Los “dientes de leche”

Es común que la gente se pregunte ¿para qué sirven los dientes de leche?, Pues, os diremos que son realmente importantísimos.

La principal función esguardar el sitio a los dientes definitivos, para que estos cuando salgan no se apiñen, dan tiempo al crecimiento craneal del niño para que cuando los definitivos aparezcan, con su maxilar y mandíbula desarrollados, ocupen el lugar que les corresponde.

Si miramos los maxilares con dentición de leche nos parecerá casi imposible que salgan alineados los nuevos dientes. Al ser la caída de piezas progresiva, hay suficiente tiempo para que el nuevo diente salga, ocupando el espacio que deja la pieza temporal.

¿Qué sería de los niños si durante este tiempo de madurez no tuvieran unos dientes temporales? Con los dientes de leche pueden masticar y deglutir adecuadamente, hablar correctamente, y además se mantendrá ese espacio necesario para los dientes permanentes.

Esta dentición temporal, tiene un esmalte y una dentina con un menor espesor que el de los dientes definitivos, lo que hace que se gasten con mayor facilidad durante la masticación.

La caída de los dientes de leche

Como ya hemos dicho, caen poco a poco dando tiempo al crecimiento y a la creación del espacio suficiente para los nuevos dientes que erupcionarán. El diente permanente presiona poco a poco al de leche, y este se va aflojando hasta que cae dejando un hueco por donde aparecerá el diente nuevo.

Generalmente, los dientes de leche comienzan a caerse aproximadamente a los 6 años de edad. Los primeros en moverse son los incisivos, los dientes centrales delanteros. Los molares posteriores, generalmente se caen entre los 10 y 12 años, y son reemplazados con dientes permanentes aproximadamente a los 13 años

Orden en que se caen los dientes de leche

  1. Incisivos centrales inferiores
  2. Incisivos superiores
  3. Incisivos laterales inferiores
  4. Primeros molares
  5. Colmillos
  6. Segundos molares

Cuando empieza a moverse un diente, se desencadena el reemplazo dental, pero es un proceso que puede durar varios días, incluso semanas, hasta que por fin se caiga.

Recomendamos vivirlo con naturalidad, dejando transcurrir el tiempo que cada pieza necesite. Si forzáramos la caída quitando el diente antes de tiempo podríamos herir la encía de niño causándole dolor.

A veces, podría aparecer el diente definitivo antes que el de leche caiga, entonces deberá intervenir el dentista para evaluar si es necesaria o no unaextracción.

Puede ocurrir que el diente temporal se pierda antes de que aparezca el definitivo, corriendo el riesgo de perder ese espacio tan necesario para su sucesor.  En ese caso el dentista podrá aplicar un separador, según su apreciación, custodiando el espacio requerido para que la dentición continúe como se espera.

La caries en los dientes temporales

Los dientes de leche no están exentos de sufrir caries. La caries es actualmente la enfermedad infecciosa crónica más frecuente en la infancia y tal vez lo más grave de una caries en dientes temporales sea el riesgo que amenazará a los dientes permanentes.  El peligro de caries en dientes definitivos se triplica cuando los de leche sufren esta enfermedad. Por ello, hay que cuidarse siempre de forma preventiva con correcta higiene bucodental y una buena alimentación.

El Ratoncito Pérez

Trasmitamos a nuestros hijos que no hay que preocuparse si se pierde un diente, es señal de que están creciendo y, por cierto, pueden contar con que el Ratoncito Pérez realiza una fantástica labor recogiendo los dientes de leche y dejando a cambio un obsequio.